jueves, 11 de febrero de 2016

Tecnología en Socorrismo: ¿sí o no?, ¿cómo y cuándo?.

Hace ya tiempo que la tecnología quiere irrumpir con fuerza en el mundo del Socorrismo Acuático, un sector en el que los desarrollos tecnológicos no han tenido aparentemente mucho peso específico. Aunque los Socorristas profesionales llevamos muchos años utilizando embarcaciones, material de rescate y apoyo, entre otros, las principales innovaciones de los últimos años se han centrado su mejora, pero los avances basados en desarrollos tecnológicos y la incorporación de sistemas basados en computación o control a distancia, apenas están empezando a incorporarse al sector.

Vamos a recopilar las varias líneas de trabajo que existen y que podemos resumir en las siguientes:

 

Detección temprana de la víctima en riesgo o situación de ahogamiento
Basados en dispositivos de visión artificial o detección por cámaras asistidas por computador, estos sistemas analizan el comportamiento de los nadadores para determinar si pueden estar en riesgo de sufrir un proceso de ahogamiento. Su funcionamiento está basado en parámetros como la velocidad de desplazamiento, la profundidad a la que se encuentra el nadador y su pauta de movimientos, que se comparan con unos valores predeterminados. En caso de detectarse esta situación, una alerta avisa a los Socorristas del dispositivo para una intervención inmediata.

Fuente: http://www.poseidonsaveslives.com/

Fuente: http://www.poseidonsaveslives.com/

Hay al menos dos sistemas que llevan en el mercado varios años y en pleno funcionamiento: el francés Poseidon y el noruego: SwimEye  (que se presentó en primicia en españa en SICOD en 2014) Ambos se utilizan en piscinas y requieren la instalación de sistemas complejos de cámaras, ordenadores y dispositivos de control, información y aviso para los Socorristas.
Funcionan como un apoyo al Socorrista profesional, reduciendo el tiempo para la detección de las posibles víctimas y su rescate por los Socorristas del operativo. Al reducir el tiempo de intervención y por tanto el progreso de la situación de ahogamiento, se mejora el pronóstico de las víctimas.

Fuente: SwimEYE

Sus principales limitaciones son que requieren sistemas complejos y de coste elevado, que sólo son realmente operativos en piscinas y que los algoritmos en los que están basados para determinar las situaciones de alerta, aunque han avanzado exponencialmente, todavía tienen un amplio margen de mejora.

Hace unos meses un proyecto iniciado por estudiantes de la Universidad de Zaragoza se alzó con el prestigioso James Dyson Award. Cuatro estudiantes de diseño industrial y desarrollo de producto crearon «SURI«, un producto tecnológico cuyo objetivo es ayudar a los socorristas en la identificación de posibles víctimas para facilitar su rescate, basándose en cómo los suricatos controlan grandes extensiones de terreno cuando salen a alimentarse.

El sistema se compone de tres instrumentos: una cámara fija vigía que se instala en el puesto del socorrista y abarca toda su zona de control, y una tableta o iPad en la que se instala una aplicación móvil que monitoriza a todos los bañistas y lanza una alerta en el momento que presenten movimientos irregulares o exceso de tiempo bajo el agua. Por último, unas gafas de buceo con una pequeña pantalla incorporada y comunicada por wifi, permiten mantener la visión del ahogado, así como su posición, en todo momento, para evitar que se pueda perder de vista a la víctima cuando el socorrista acude corriendo al rescate. Todavía está en fase de desarrollo.

Dispositivos personales de detección de situación de ahogamiento

Se trata de pequeños dispositivos «wearables» que puede llevar el nadador en la muñeca, cabeza o cuello durante el baño y que se activan cuando el tiempo que pasa sumergido supera unos límites pre-establecidos, activando un sistema de alarma situado junto al Socorrista, o si se utiliza en otros entornos, como por ejemplo niños en piscinas domésticas o comunitarias no vigiladas, alertar a un adulto no entrenado de una posible situación de peligro de ahogamiento.

Fuente: Swimmband

Fuente: Swimmband

Este sistema puede también indicar la posición de la víctima en el agua, lo que facilita al Socorrista su localización dónde haya mala visibilidad en el agua, especialmente en entornos naturales (ríos, lagos, playas).
Hay varios dispositivos más o menos similares:
Iswimband
The Seal, Swim safe

Safety Turtle

Las ventajas de estos sistemas son su ligereza, ya que pueden llevarse en el cuello o la muñeca y que al utilizarse en combinación con teléfonos móviles o pequeños dispositivos son susceptibles de usarse en cualquier lugar, siendo especialmente indicados como una seguridad adicional para la supervisión de los niños en entornos domésticos, aunque no sustituyen en ningún caso la supervisión adulta.

Intervención rápida de apoyo al rescate en el agua

Básicamente son sistemas que logran un desplazamiento muy rápido hasta la situación de la víctima y que pueden proporcionarles apoyo y flotación mientras el Socorrista en servicio llega para completar el rescate. Hasta el momento hay dos tipos de sistemas cuyo objetivo primordial es reducir el tiempo de llegada hasta la víctima.

– Pequeñas embarcaciones teledirigidas:

El más desarrollado hasta el momento es E.M.I.L.Y (Emergency Integrated Lifesaving Lanyard), de la empresa Hydronalix (Arizona, USA), una especie de pequeña moto acuática radio-controlada con propulsión eléctrica capaz de llegar muy rápidamente hasta la víctima y que ésta pueda agarrarse a las cuerdas que la rodean, similar a un flotador salvavidas motorizado. Si la víctima es capaz de sujetarse, el dispositivo puede remolcarla hasta la orilla o mantenerla a flote mientras llega ayuda. El coste de EMILY es de unos 4.000 €.

Recientemente, el Center for Robot-Assisted Search and Rescue (CRASAR) de la Universidad de Texas ha donado dos de estos dispositivos a los voluntarios griegos que están trabajando con los refugiados que llegan a las islas griegas por mar.

– Drones con dispositivos de flotación personal (PFD):

El pasado verano la Fundación Vodafone patrocinó la puesta en marcha de un programa de drones «socorristas», que la empresa Trabajos Condron ubicó en varias playas de España, concretamente en las playas de Cabopino (Marbella), Ribadesella (Asturias), Isla (Cantabria), Cartagena (Murcia) y Benalmádena (Málaga) con pilotos formados por AESA (Agencia Española de Seguridad Aérea).

Otros desarrolladores españoles, como General Drones, han dado un importante salto en la integración de la tecnología con los servicios de Socorrismo.

Fuente: www.efetur.com Cedida por Vodafone

Fuente: www.efetur.com Cedida por Vodafone

El funcionamiento consiste en un dron teledirigido que porta un flotador salvavidas, tubo de rescate o similar, que al llegar a la víctima se deja caer para que ésta pueda agarrarse y mantenerse a flote mientras llega el Socorrista para su rescate. El coste estimado para la temporada de verano es de unos 6.000€ para el dron y el operador. Según las noticias aparecidas en la prensa, tan sólo ha sido necesario que intervinieran una vez para auxiliar a una víctima.

En ambos casos, las ventajas son la rapidez en la llegada hasta la víctima, que recibe un apoyo a la flotación que la permite mantenerse hasta la llegada del Socorrista. Evidentemente, sólo son efectivos si la víctima está en una situación en la que le sea posible agarrarse al dispositivo flotante y para ello es esencial que en primer lugar, se detecte e identifique que se está produciendo la situación de riesgo de ahogamiento, evidentemente, ello requiere que haya un operativo de Socorristas Profesionales.
De acuerdo con la secuencia de acontecimientos que se producen en un ahogamiento , las víctimas sólo son capaces de sujetarse al dispositivo flotante en los primeros momentos. Pasados apenas uno o dos minutos desde el incidente que desencadena la situación de ahogamiento, las victimas entran en una situación en la que ya son incapaces de agarrarse y mantenerse a flote incluso teniendo la ayuda flotante disponible.

– Dispositivos personales para el Socorrista

En el pasado SICOD2014 se presentó el dispositivo ASAP Watercraft, diseñado por Roos Kemp y que consiste en una especie de pequeña tabla de surf con propulsión eléctrica para un Socorrista que permite que el rescatador se aproxime a la víctima con gran rapidez. Las ventajas de este equipo frente a las embarcaciones o motos de agua es su pequeño tamaño y peso que la hacen fácilmente portable por el Socorrista mientras patrulla y su inmediata puesta en funcionamiento. Los prototipos fueron probados con excelentes opiniones por Socorristas australianos el pasado verano.

 

Otros desarrollos y dispositivos personales

Hay otros productos ya en comercialización, o en vías de desarrollo, que abordan líneas de trabajo diferentes que no son totalmente tecnológicas como tan, pero que recojo en la entrada atendiendo a las sugerencias recibidas, como por ejemplo, dispositivos personales que llevan un flotador o similar de inflado rápido y que permiten que una víctima en problemas pueda sostenerse en el agua cuanto tiene un problema y poder volver flotando a la orilla o mantenerse mientras recibe ayuda.

Por ejemplo, SwimIT, se está haciendo popular entre los nadadores de Triatlon por su ligereza y facilidad de uso.

Fuente: http://www.theswimit.com/

Fuente: http://www.theswimit.com/

Existen otros desarrollos diseñados para la seguridad de los niños más pequeños, tanto en la bañera como en las piscinas domésticas, así como alarmas de caída al agua y similares, que creo merece la pena revisar en una entrada aparte.

Tecnología en Socorrismo: ¿sí o no?, ¿cómo y cuándo?.

Algunos de los desarrollos comentados aportan ventajas que pueden ser relevantes a la hora de abordar una situación de ahogamiento: Reducir el tiempo de detección de un incidente o facilitar la llegada de apoyo flotante son factores que sin duda contribuyen a mejorar la respuesta y el pronóstico de la víctima rescatada. Emplear este tipo de sistemas especializados en estas tareas puede ser muy útil dentro de un operativo de Socorrismo.

Y esa, a nuestro juicio, es la clave para determinar la conveniencia o no de su empleo: hacerlo siempre dentro de un operativo de Socorrismo Profesional, puesto que, de otro modo no tiene sentido su utilización.
Los Socorristas y los operativos de Socorrismo profesional realizan un conjunto de tareas muy amplio que van desde la educación, la prevención, eliminación de riesgos hasta la reanimación de un ahogado, pasando por la vigilancia, detección, intervención y rescate, prestación de los primeros auxilios y reanimación, coordinación con los servicios de emergencia, por citar algunas.
Cuando se plantea un operativo, por ejemplo para la temporada de verano de una playa, se tiene que contar con el personal y el equipamiento necesarios para las circunstancias, ocupación y características de la zona en la que se interviene y creo que la práctica totalidad de los Socorristas profesionales deseamos un operativo correctamente diseñado, bien equipado con material «convencional» de rescate e intervención, con el apoyo de embarcaciones o moto acuáticas que se estime necesario conforme a esas características.

Hace unos días un periodista me preguntó cuál era el mejor dispositivo de rescate para una playa. Mi contestación fue que ningún sistema puede, por el momento, cubrir la variedad de tareas que realiza un Socorrista bien preparado dentro de un operativo bien diseñado y equilibrado, en cuanto a su flexibilidad, capacidad de interpretación, respuesta y reacción ante las diversas situaciones.

En mi opinión, todos estos dispositivos son útiles y seguramente se irán incorporando progresivamente en la medida que progresen, aumentando su eficacia y reduciendo su coste. El error es poner los dispositivos, -como por ejemplo los drones-, por delante del propio operativo de playa o defender una estrategia basada en ellos, en detrimento del servicio de Socorrismo, que se ha demostrado válido, eficaz y mucho más rentable en términos de vidas salvadas.
Si analizamos la relación coste/beneficio que aportan los desarrollos tecnológicos veremos que, como se ha anunciado estos días, emplear casi 18.000€ en el operativo de playas de Torrevieja anunciando que «sustituirán a los Socorristas«, supone el coste de la contratación de 3 Socorristas Profesionales para todo el verano.

La utilización de este tipo de dispositivos, por su precio, limitaciones y alta especialización, debe de estar muy al final de la lista de necesidades de un operativo e incluirse únicamente siempre y cuando el resto de puntos cruciales estén debidamente cubiertos. El ajuste que los presupuestos han sufrido en los últimos años y que ha hecho que algunos operativos hayan estado incluso al borde de la precariedad en muchos aspectos tampoco van a facilitar su incorporación, al menos por el momento.

Luis Miguel Pascual
Director Técnico ESS.

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