martes, 17 de agosto de 2010

A un amigo, en recuerdo de Jesús Javier Aragoneses Moreno, Socorrista.

Noticia en El Adelantado

Pasados unos días del trágico suceso, es el momento de mirar en nuestro interior, y tratar de expresar lo que para cada uno supuso el poder estar o conocer a alguien como Javier Aragoneses. En estos días, tras un suceso así, podría resultar pedante hablar de lo duro que es perder a un ser conocido, un ser querido, una persona joven… En mi opinión, se debería hablar de lo grande que fue nuestro compañero y que se le recuerde por todo aquello que hizo y que aquellos que no lo conociesen, pudieran saber, un poco más de él.

Fue hace ocho años cuando la suerte me brindo la oportunidad de entrar a trabajar en la Piscina Climatizada de Segovia y como todo socorrista novato, empecé a empaparme de todas las indicaciones que me daban mis compañeros más expertos. Había un compañero, de mi misma edad, Jesús Javier, el cuál de forma desinteresada me ayudó a integrarme en el duro turno de la mañana de los domingos. El se prestó a ayudarme y con él fue con el que empezó una relación de amistad y profesional que se fue fortaleciendo con el paso del tiempo.

Durante todos esos años pude ser testigo de cómo los niños a los que enseñaba a nadar le abrazaban, aprendían o dejaban de llorar en el agua helada. Pude ver como sus alumnos más mayores, le daban regalos en agradecimiento a su atención y a la mejora de su salud. Pude ver como se arrojaba al agua para poder ayudar a un nadador en apuros. Tuve la oportunidad de aprender de él, de ser como él, de poder lanzarme con él al agua a ayudar a alguien. Tuve el honor de vestir junto a él y a otros grandes compañeros, la camiseta de los socorristas de La Albuera, y lidiar espalda con espalda las tardes más duras junto al agua.

Pero la gente evoluciona profesionalmente, y pude ver como un profesional del socorrismo, se convertía en director de instalaciones en premio a su esfuerzo y no fue ahí donde me separé de él, sino al contrario, fue ahí donde pudimos seguir siendo compañeros una vez más y fue en esa etapa donde siempre recordaré todos aquellos momentos en los que mi amigo, mi compañero, apostó por mí para trabajar en su equipo, cuando me defendió en todos aquellos momentos en los que pudiese ser puesto en entredicho. Pude verle afrontar duros momentos y tomar difíciles decisiones desde su mesa, pero también vi como si hacía falta, se volvía a poner las chanclas y el bañador, y entraba en la piscina a suplir a un compañero.

Lejos de separarse de los suyos, en su cargo de director, “J.J” como le llamábamos cariñosamente los compañeros, siempre fue alguien cercano y empático, jamás le vi como un jefe, le vi como un compañero más, jamás me tome sus ordenes como algo impuesto, sino como algo necesario. A mi amigo le agradeceré todo aquello que ha hecho por ayudar al socorrismo, colaborando con el Ciclo Formativo de Grado Superior de T.A.F.A.D, su inestimable colaboración con la Escuela Segoviana de Socorrismo, con escuelas de buceo, con colegios,…

A su manera, el continuó salvando vidas desde su despacho. Como amigo me despido de ti y te doy las gracias por haber sido como has sido conmigo; como compañero socorrista, me despido de ti y te doy las gracias por haberme mostrado lo que es ser un autentico socorrista, como empleado tuyo, me despido de ti y te doy las gracias por haberme tratado como me has tratado, como profesor de Salvamento Acuático de la Escuela Segoviana, te doy las gracias por habernos ayudado a formar a futuros profesionales como tú. Hasta siempre Jesús Javier Aragoneses.

Alvaro de Pablos.

4 comentarios:

  1. Una descripción de la clase de persona que era Javi o J.J, como le llamábamos sus amigos: un ejemplo como persona y como profesional.
    Como amigo no encuentro las palabras para poder definirle.
    Como dice Álvaro, en estos momentos puede resultar pedante hablar de lo duro que es perder a un amigo, pero es también en estos momentos cuando realmente te das cuenta de lo importante que sido compartir tantos momentos con él. Tantas tardes, tantas historias, no volverán. Sin embargo para mi, él nunca se habrá ido.
    Jota, seguiremos aquí, recordándote.
    Un abrazo, estés donde estés (yo estoy convencida de que no es muy lejos).

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  2. Álvaro, me he emocionado con tu carta de despedida hacia Jota. Si puedo empezar, empezaría diciendo que al igual que tú, fue hace ocho años cuando os conocí, aun recuerdo cuando iba a nadar incluso antes de tiempo para poder charlar un rato con alguno de vosotros. Para mi ha sido una persona muy especial, muy importante, y me ha enseñado mucho, en todos los aspectos en los que un amigo puede enseñarte.Si pudiera decir algo de Javi, o bien de JJ, podría decir que era una persona comprometida con su trabajo, con sus estudios, con su gente, con sus amigos y familiares. Como persona se merece una matrícula de honor. Desde que se ha ido, no habido día que no me acordara de él,aun no me lo creo,miro al móvil y digo...a ver si me llama un día y nos vemos..., ese pensamiento ahora quedará para mi en el recuerdo. Sin más me despido y diciendote que no te has ido porque siempre vas a estar en nuestros corazones. Un beso estés donde estés de una amiga que te va echar muchisimo de menos.

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  3. Solo me gustaria que J estuviera vivo...

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  4. existimos porque alguien piensa en nosotros...asi te mantendremos con vida...un mes despues

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